A los niños les encanta las sesiones de fotos con glitter porque les brindan una experiencia mágica y sensorialmente estimulante. El brillo y la textura del glitter despiertan su imaginación y creatividad, mientras que la oportunidad de jugar y experimentar les proporciona diversión y alegría. Participar activamente en la sesión les hace sentirse empoderados y emocionados, creando recuerdos especiales llenos de magia y brillo.