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¿Por qué tu bebé no tiene que sonreír en todas las fotos?

  • Foto del escritor: Emelyn Nuñez Photography
    Emelyn Nuñez Photography
  • 6 jun
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 10 jun

Entiendo perfectamente la emoción que genera una sesión de fotos, especialmente cuando se trata de un momento tan especial como un Cake Smash. Los padres llegan con grandes expectativas, imaginando una galería llena de risas, miradas pícaras y momentos mágicos… y claro, muchas veces eso pasa. Pero otras veces, no.

Lo cierto es que estamos trabajando con bebés. Y eso significa que su comportamiento puede ser totalmente impredecible.

Están en un espacio nuevo, con luces, una cámara, un pastel que nunca han visto, una persona (yo) que no conocen y, a veces, con ropita distinta, tocados, coronas o accesorios que no usan en su día a día. Todo eso forma parte de una experiencia sensorial completamente diferente que puede abrumarlos. Algunos reaccionan con entusiasmo, otros con curiosidad… y algunos se sienten inseguros, tímidos o simplemente no tienen ganas de interactuar en ese momento. Es común que en esos casos los padres se frustren un poco. Intentan animar al bebé, hacerle reír, ponerle música, cantarle, distraerlo. Todo con la mejor intención. Pero cuando ven que no responde como lo hace en casa, entran en una especie de urgencia por conseguir “esa” sonrisa. Y es ahí cuando, sin querer, la sesión se vuelve más tensa. Se extiende buscando expresiones, esperando “más” y sin darnos cuenta, se presiona al bebé, que ya está haciendo un esfuerzo por procesar todo lo nuevo que lo rodea.

Quiero decir esto con claridad: los bebés no tienen que sonreír durante toda la sesión para que las fotos sean hermosas. Muchas veces sonríen una, dos, tres veces… y ya. Y eso está bien. Eso es suficiente. De hecho, algunas de las fotos más especiales que he capturado han sido en momentos de total serenidad, cuando el bebé simplemente explora el pastel, observa curioso, se lleva un poco de frosting a la boca, o se queda con la mirada fija en la cámara. Porque esas expresiones también cuentan una historia. La historia real de su personalidad, de cómo vive esa experiencia y de cómo está creciendo.

También es importante recordar que en casa los bebés están en un entorno que conocen, con rutinas, objetos familiares y sin estímulos externos. En el estudio todo es distinto. Por eso es completamente natural que se comporten de una manera diferente, y eso no es un problema. Es parte del proceso.

Como fotógrafa, tengo experiencia leyendo el lenguaje no verbal de los bebés. Sé cuándo detenerme, cuándo dar un respiro, cuándo cambiar de dinámica o incluso cuándo es mejor cerrar la sesión para preservar el bienestar del niño. Lo más importante es que el bebé esté cómodo, que se sienta seguro… y que ustedes, como padres, puedan disfrutar ese momento sin ansiedad ni expectativas rígidas.

Así que si estás próximo a una sesión, especialmente una Cake Smash, te invito a soltar un poco el control. A venir con el corazón abierto a lo que suceda. A confiar en el proceso. Las fotos no tienen que ser todas sonrisas para ser hermosas. A veces lo más valioso es precisamente eso: capturar al bebé tal y como es, con sus emociones reales, en ese momento irrepetible de su crecimiento.


Porque al final, lo que queda no son solo imágenes bonitas, sino recuerdos auténticos.

Consejos para padres antes de una sesión Cake Smash

Aquí algunas recomendaciones que pueden ayudar a que la experiencia sea más fluida y agradable para todos:

  • Descanso: Asegúrate de que el bebé haya dormido bien antes de la sesión. Un bebé cansado o con sueño suele estar más irritable y menos receptivo.

  • Alimentación: No llegues con el bebé con hambre, pero tampoco justo después de una comida pesada. Un snack ligero antes puede ayudar a mantenerlo contento.

  • Evita traer muchos acompañantes: Cuantas más personas haya, más estímulos y distracciones. Lo ideal es que esté solo con mamá y/o papá.

  • No sobreestimules al bebé en casa antes de la sesión: Muchos padres intentan que lleguen súper animados, pero a veces eso agota al niño antes de tiempo.

  • Trae objetos familiares: Un peluche, una mantita o algo que le guste puede ayudarlo a sentirse más cómodo al principio.

  • Confía en el proceso: No te frustres si el bebé no sonríe o no reacciona como esperabas. Mi objetivo es capturar su esencia, y eso no siempre implica una sonrisa. A veces una mirada tranquila dice mucho más.

2 Comments

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starryeye1985
Jun 08
Rated 5 out of 5 stars.

Gracias Emely por tan valiosa info, muy importante para nosotros los padres que a veces nos desesperamos 😅

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Lena
Lena
Jun 08
Rated 5 out of 5 stars.

Si te gustó este post, te agradecería mucho si me dejas un comentario y una puntuación. Gracias!😍



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