Los bebés arcoíris: una luz después de la tormenta🌈

Hace unos días estaba trabajando en el álbum de Diego, un bebé arcoíris. Su hermanito mayor no pudo tener su sesión newborn… y mientras seleccionaba las fotos, no pude evitar pensar en esos bebés que llegan después de una gran pérdida.

Se les llama bebés arcoíris, un nombre muy especial lleno de significado. Así como el arcoíris aparece después de una tormenta, estos bebés llegan tras momentos difíciles, cuando el corazón aún guarda cicatrices… pero también una esperanza profunda de volver a ver salir el sol.

No vienen a reemplazar ni a borrar lo vivido. No son una “sustitución”. Son parte de una nueva etapa que comienza con amor, con miedo a veces, pero sobre todo con gratitud por tenerlos en brazos. Su llegada despierta emociones intensas: alegría, temor, duelo, ilusión… todo al mismo tiempo. Es una vivencia única, íntima, que transforma por completo la manera de vivir la maternidad y la paternidad.

En mi trabajo como fotógrafa, he tenido el honor de recibir familias que han pasado por esta experiencia. Padres que llegan con una energía diferente, con una historia que duele, pero que también los ha hecho más fuertes. A veces me la cuentan. A veces no hace falta. Se siente en cómo miran a su bebé, en cómo lo abrazan, en el silencio que dice mucho más de lo que podrían explicar con palabras.

Y aunque cada historia es distinta, hay algo que se repite: el deseo de honrar lo vivido… y de celebrar la vida que hoy tienen frente a ellos.

Fotografiar a un bebé arcoíris no es solo capturar su ternura. Es guardar para siempre ese símbolo de esperanza. Ese nuevo comienzo.

Detrás de cada imagen hay mucho más de lo que se ve. Hay lágrimas que ya se derramaron, un proceso de sanación que sigue en curso y un amor inmenso que ha atravesado el dolor. Por eso, muchas veces los padres eligen incluir algún detalle simbólico en la sesión: una flor, un color, una prenda especial… algo que represente a ese otro bebé que también forma parte de su historia y de su corazón.

Desde fuera, puede parecer solo una sesión más. Pero para esa familia no lo es. Es un momento importante. Un hito.Una forma de decir: “aquí estamos”, “lo logramos”, “este es nuestro presente”.Y aunque no siempre se hable de lo que vino antes ,porque no siempre se puede o se quiere, el significado está ahí. En el aire, en los gestos, en la mirada.Las fotos se convierten en testigos silenciosos de una historia que merece ser contada y respetada.

Porque cada bebé trae consigo un mensaje, un propósito, una luz que ilumina todo a su alrededor.

Sé que, a veces, los padres sienten un miedo difícil de explicar…Miedo de parecer “demasiado felices”. Miedo de que otros no entiendan que este nuevo bebé no borra el dolor anterior. Pero no se trata de eso. No se trata de olvidar, ni de reemplazar.

Se trata de dejar que la alegría vuelva a entrar, incluso con cicatrices. De amar con más conciencia, de abrazar con más fuerza, de vivir con más profundidad.Un bebé arcoíris no llega a cerrar un capítulo.Llega a abrir uno nuevo.

Las sesiones de bebés arcoíris tienen algo distinto. No sé cómo explicarlo exactamente, pero se siente. Hay una energía suave, íntima… algo profundo. Y para mí, como fotógrafa, representan una gran responsabilidad. Porque no se trata solo de hacer una linda foto. Se trata de contar una historia sin tener que decir nada. Que quien vea esa imagen pueda sentir que hay algo más ahí. Porque lo hay. Cada detalle, una mirada, una mano que sostiene, un gesto pequeñito, habla de amor, de lucha, de una conexión que va más allá de lo que se ve.

Este post lo escribo pensando en ti. En ti que ya pasaste por un momento difícil y hoy tienes a tu bebé contigo. Y también en ti, que sigues esperando ese arcoíris, con el corazón lleno de ilusión.

Solo quiero decirte que tu historia vale. Que no estás sola. Que el duelo y la alegría pueden ir de la mano, y que no hay una forma “correcta” de sentir. Tu camino, aunque haya sido duro, también está lleno de belleza.

Aquí, en mi estudio, cada historia es bien recibida, y si un día decides compartir la tuya conmigo, la voy a cuidar con todo el respeto, la sensibilidad y el cariño que merece.